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Avances de la 1ra exhumación ciudadana en Nuevo León, México.

19 de Febrero, 2015.

 

El 9 de septiembre de 2014 nació una forma radicalmente nueva de buscar la verdad. Por primera vez un grupo de ciudadanos coordinó y gestionó una exhumación de restos humanos con apoyo de peritos forenses independientes y Ciencia Forense Ciudadana, organización que financió los estudios de ADN para identificar los supuestos restos de Brenda Damaris González Solís. Tristemente, el pasado 16 de febrero, las pruebas realizadas en el laboratorio Bode Technology con sede en Estados Unidos, confirmaron que los restos analizados efectivamente correspondían a Brenda Damaris González Solís, dando certeza a la familia.

 

Las dudas fundadas de la familia se desprendieron de prácticas forenses deficientes, por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Nuevo León, las que están detalladas en el comunicado de prensa de FUNDENL. Sin embargo, ésta ha sido la primera vez que la colaboración de ciudadanos, expertos y organizaciones civiles generó un espacio completamente independiente para el análisis y disputa de las evidencias forenses en México. Lo anterior, en pleno apego y ejercicio de los derechos consagrados en el Artículo 21 de la Ley General de Víctimas publicada en el Diario Oficial de la Federación el 9 de enero de 2013.

 

Este es el primer ejemplo de un modelo flexible que vincula a ciudadanos, expertos y familiares de víctimas en una acción ciudadana basada en el derecho de las familias de los desaparecidos a conocer la verdad. Se ha demostrado que la acción ciudadana es efectiva y cuenta con las capacidades necesarias para abordar estos complejos temas de ciencia forense. Sin embargo, este es sólo un primer paso. La flexibilidad no puede estar sólo del lado de la organización ciudadana. Es preciso que en estos momentos el gobierno de México tome una posición abierta al debate y a la adopción de nuevos modelos forenses que estén fundados en la transparencia, el debate y la participación ciudadana.

 

El gobierno y las procuradurías deben dejar atrás la obsesión judicial de buscar a nuestros desaparecidos uno a uno. El proyecto Ciencia Forense Ciudadana ofrece la oportunidad de transitar hacia un nuevo modelo en materia de identificación forense. Utilizando para ello referencias cruzadas masivas de muestras de ADN, confrontando los datos genéticos de restos humanos no identificados con los datos de los familiares que buscan desaparecidos en el país. Los miembros de Ciencia Forense Ciudadana hemos dado ya los primeros pasos para crear un biobanco de ADN de familiares. Corresponde ahora al gobierno responder con un compromiso serio por involucrar a los ciudadanos en la búsqueda de la verdad y la reconstrucción de la confianza en las instituciones de Procuración de Justicia Mexicanas.

 

Asimismo, es importante señalar que el camino hacia la verdad y la justicia no está asociado con ninguna acción legislativa de visión corta y agendas electorales. No obstante, todos los partidos y el gobierno han anunciado intenciones de legislar sobre desaparición forzada durante el primer semestre de este año. Es así que llamamos la atención de los partidos y legisladores para que sus propuestas respondan a la realidad nacional, y no reproduzcan modelos basados en circunstancias completamente distintas a las condiciones que prevalecen en México. Cualquier propuesta debe contener, por lo menos las siguientes previsiones:

  1. Que defina la desaparición involuntaria y la desaparición forzada como delitos que deben perseguirse, y que base esas definiciones en el marco normativo internacional. No obstante, debe prever que los ciudadanos puedan denunciar una desaparición sin calificativo alguno y que sea tarea del ministerio público determinar el tipo de desaparición de acuerdo con las averiguaciones correspondientes.
  2. Las propuestas de ley en la materia deben contemplar principios concretos de debida diligencia y mandar a todas las autoridades del país, incluidas autoridades municipales de panteones, a realizar las gestiones necesarias para que todos los restos humanos no identificados cuenten con pruebas de ADN y los perfiles genéticos se resguarden en una base de datos.
  3. Homologar los estándares técnicos a nivel nacional para que todas las muestras de ADN de familiares y restos humanos no identificados produzcan perfiles y reportes genéticos comparables, usando al menos 16 marcadores micro satelitales.
  4. Que el gobierno esté obligado a utilizar todos los bancos de datos de ADN independientes y para los que los familiares de desaparecidos hayan donado sus perfiles de ADN de manera voluntaria, sin distinción de las organizaciones que los han gestionado.

 

Los pasos hacia adelante son muchos y complejos. No obstante, debe quedar claro, a la sociedad civil, los familiares y los expertos, que esta lucha reclama unidad. No es solamente Cadereyta, San Fernando, Allende o Ayotzinapa, y no hay unos y otros desparecidos. Este México está buscando a más de 27,000 personas. Además de la deuda histórica de la Guerra Sucia. Es por eso que llamamos a todas las organizaciones civiles, los familiares de los desaparecidos, ciudadanos y expertos a apoyar esta agenda mínima que propone Ciencia Forense Ciudadana. Asimismo, hacemos un llamado para que, juntos, demostremos que los asuntos de la justicia y la dignidad no conocen fronteras, son universales y pueden unir a los más diversos.

Marchemos juntos, construyamos hoy las instituciones del futuro.

El camino de uno es el camino de todos. ¡Hasta encontrarlos!

 

CIENCIA FORENSE CIUDADANA

Aguilar Jauregui, María Guadalupe; Alonso Carbajal, Julia; Baca Baca, Lucia; Castro Hernández, Aracely; García Herrera, Víctor Manuel; Hidalgo Rea, Irma Leticia; Moreno Díaz, Alfonso; Pérez Rodríguez, Graciela; Radilla Martínez, Tita; Rangel Ortiz, Brenda Ivonne; Sánchez Viesca López, Oscar; Gobernanza Forense Ciudadana A.C.

México, 2015.